Principio civilizador, Osiris representa al hombre celeste que ha vencido todas las pruebas. Soberano del Reino de los Muertos, las almas que cruzan a la otra Orilla, se presentan ante su tribunal para ser enjuiciados.
La ciudad de Abydos le rendía culto a este Dios, soberano de la Eternidad. Fue asesinado por su hermano Seth, y su haber esposa, la Diosa Isis, después de reunido sus miembros dispersos, lo resucitó. Así, cada año se celebraba en Egipto la resurrección de Osiris, Dios del Renacimiento y de la vegetación.
En esta pieza, aparece con dos atributos de poder: el látigo Nekheh y el Gancho o Cetro Hega, símbolos del rechazo y de la atracción, de la severidad y del Amor. En su frente, lleva la protección del Oreus, serpiente cobra, protectora de la realeza.
